Halloween en Santuario.

La celebración del Halloween, el martes 31 de octubre, fue muy concurrida y animada. Se recibieron participantes venidos de los municipios vecinos de Apía, La Celia y Pereira. Hubo desfile de disfrazados y concentración en la plaza principal. En la tarde fueron los niños y en la noche, los adultos. Los santuareños son gente trabajadora, alegre y amistosa. Y este fue un día divertido para todos.

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A propósito del Halloween.

La involvidable Marguerite Yourcenar nos recupera el sentido y la raíz de esta celebración. Ella ha escrito que “el verdadero Día de Difuntos es, en los Estados Unidos, la burlesca y, en ocasiones, siniestra mascarada de los niños y adolescentes: Halloween, otra fiesta otoñal que se sitúa la víspera de Todos los Santos, la víspera también del 1º de mes de Athyr del antiguo Egipto, aniversario de la muerte de Osiris asesinado por las potencias del Mal y convertido de esa suerte en Dios de los muertos. Halowed Hall: Todas las almas santificadas. Nadie, salvo algunos eruditos, conoce el antiguo sentido etimológico de la palabra, ni relaciona esa especie de aquelarre desordenado con una fiesta de difuntos, pero las verdaderas fiestas, las más hondamente enraizadas dentro del inconsciente humano son las que se celebran sin saber por qué”

En la Página del Idioma Castellano se precisa que “En la Antigüedad, en Bretaña, Escocia e Irlanda, se festejaba la fiesta de Samhain el 31 de octubre, último día del año en los antiguos calendarios celtas y anglosajones. En esas ocasiones se encendían grandes hogueras en lo alto de las colinas para ahuyentar a los malos espíritus y se creía que las almas de los muertos visitaban sus antiguas casas, acompañadas de brujas y espíritus.”

Una fecha pues, en los entrecruces de la vida y de la muerte, con arraigos profundos en el alma de estos pueblos, que llegó del Norte para quedarse con nosotros y que celebramos sin sospechar sus orígenes y sus significaciones ocultas tras de cada disfraz y de toda carcajada. “Los ritos y las máscaras son más fuertes que nosotros”, sentencia Yourcenar.