Un tanto de atención para los ancianos.

En Santuario se benefician 117 ancianos del Programa Nacional de Alimentación para el Adulto Mayor “Juan Luís Londoño de la Cuesta”, el cual fue cofinanciado por el municipio.

Uno de los objetivos de este programa es el suministro de un complemento alimentario a ancianos mayores de 60 años, quienes no deberán ser beneficiarios de otros programas de asistencia social, ni ser pensionados o rentistas. De los 117 ancianos beneficiados, 80 reciben un almuerzo caliente y 37, ración para preparar.

El programa ofrece 10 menús, los cuales son rotados cada dos semanas y son responsabildiad de un profesional en nutrición y dietética. Al frente de este programa está Olga Patricia de los Ríos, Directora Municipal de Salud. El restaurante y el comedor están ubicados en el edificio donde funcionaba la antigua cárcel, situado en la plaza principal.

Estos rostros trabajados por vida se muestran más con la intención de motivar una reflexión sobre nuestros viejos, pues es duro serlo en una sociedad que rinde culto a los cuerpos jóvenes y esbeltos y que pretende escamotear esta realidad inexorable hasta en el uso del lenguaje. No existen ancianos, sino adultos mayores; la vejez fue sustituida por el eufemismo de la tercera edad. Los ancianos son excluidos, marginados, silenciados …se van arrugando y encogiendo en su propia soledad, se van afantasmando en la indiferencia de todos y un día desaparecen y sólo dejan en el aire el tañido fúnebre de una campana. Y se llevan todo: tradición, historia, memoria colectiva, saberes, identidad…Y nos dejan más pobres de vida, más desmemoriados…

Este programa no es la solución, pero rompe por unos instantes la dolorosa rutina de los ancianos. No es más que un buen almuerzo, bien servido, nutritivo y de buena sazón. Y los ancianos están juntos, se sienten atendidos, escuchados. Y recobran la palabra. Y la historia del pueblo se reinventa otra vez…