Santuario Risaralda, Colombia.
Peligro de minería en el Parque Nacional Natural Tatamá. ¡Defendamos el agua!

sábado, 11 de agosto de 2007

Café Andaluz.

Es el café más tradicional del municipio; ha sido punto de encuentro y está fijado en la memoria de todos los santuareños. En El Andaluz se han servido, durante décadas, ríos de tinto que matizan la conversación interminable de campesinos y paisanos. En su salón, los jugadores de billar reinician cada día sartas de carambolas, en tanto que los viejos barajan naipes, calendarios y recuerdos.

Café Andaluz, en el primer piso del Club Tatamá.

De jóvenes, para sentirnos mayores de edad, jugábamos billar en El Andaluz. Y estando enamorados, sentíamos la eternidad aquí, en los billares, y nos angustiábamos a la espera de que la novia adolescente saliera de la misa de siete de la noche para encontrarnos con ella y juntos darle vueltas al parque mientras los músicos tocaban la retreta del domingo. En el café Andaluz curamos soledades y abandonos sentados en una de las bancas en las que se acomodan los “patos”; es decir, los observadores de las partidas de billar y estuvimos al lado de ancianos enruanados y adormilados, también dejados de compañía. En El Andaluz filosofamos y cambiamos el mundo entre tinto y tinto.

El café Andaluz es una sala de recibo comunitaria. Es un conversadero. En él cabemos todos y todos somos bienvenidos. Allí hay una taza de tinto que espera por usted y un puesto en la mesa para que tercie en la charla.