Este es el puente sobre el río Totuí. Está levantado sobre la carretera que de Pereira, la capital del departamento de Risaralda, conduce a Quibdó, la capital del departamento del Chocó. Señala, en este sitio, en medio de los cañaduzales del Ingenio de Risaralda, el límite de Santuario con el municipio de Balboa.
Cuando se ha estado ausente del pueblo natal y se cruza este puente, se vuelve a respirar el aire fresco de los cafetales y de las montañas que tanto se extrañan. El paisaje es hermoso, muy verde y cambiante. A lado y lado de la vía, orilla arriba del río Mapa, crecen los árboles de matarratón y los samanes; los guamos y los carboneros; los guaduales, los nogales y los mangos...
Desde las vueltas de Monteoscuro se ve a lo lejos la torre de la iglesia de Santuario; luego, cuesta arriba, por entre los cafetales, se presiente el calor de los abrazos tan esperados. Y el corazón va al galope a las puertas de la querencia… Pero nada será como antes. Dentro de la alegría del reencuentro, despunta otra nostalgia avivada por lo que se fue, lo que fue y nunca más volverá a ser…